29 March, 2008

Atrapada en ti

"..y no puedo evitar echarte de menos mientras das la mano a mi tiempo y te vas. hoy siento que quiero verte y verte y pienso que recordaras las tardes de invierno por madrid..."
La Oreja de Van Gogh. Puedes contar conmigo

Te echo de menos. Y no es sutil, ni delicado ni bonito. Lo sé. Pero te echo de menos. Siento tu ausencia clavarse en mi pecho cada vez que lleno mis pulmones de aire, y te echo de menos.
Suspiro, sonrío, me quedo en el aire suspendida en un recuerdo, inmersa de lleno en un beso y te echo de menos.
Un mar de soledad me inunda cuando cierro los ojos, me cubro de miedo, siento pánico por el dolor que me provoca sentirte lejos, más lejos aún, y... sólo, simple y dolorosamente, te echo de menos.
Tu sonrisa se está difuminando hasta tal punto de que ya no logro formarla completa; mi piel ya no huele como cuando la acariciabas; mis labios no susurran, gritan, te llaman, te anhelan, pero no apareces. Y se me hiela el aliento y se me destroza el alma, y se me anega el corazón de llanto, porque te echo de menos a cada paso, en cada respiración, a cada instante que intento sonreír como tú me enseñaste, en cada latido que mi corazón provoca, en cada suspiro que mis pulmones dejan escapar. Te echo de menos antes de dormir y al despertar.
Y sobre todo te echo de menos cuando me siento atrapada y no encuentro tu mano para salir.

2 comments:

Anonymous said...

Si alguien me echara de menos así, tan profundo, tan directo, no perdería un solo segundo en nada que no fuera conocerla.
Jose.

Ro said...

Gracias Jose. Me alegor que te haya gustado el texto.