08 November, 2010

Te quiero un poco

Aún sigo teniendo en la piel ese olor tan tuyo. Aún conservo el primer beso con sabor a estación. Y ahora, quizá, es cuando más adentro te siento, aunque estés tan lejos que ya casi no pueda abrazarte a escondidas...

A escondidas...

Me cuesta no echarte de menos. Te encuentro a cada paso, en cada tren, en cada noche, y, demasiado últimamente, en cada lágrima. Te echo de menos cuando sonrío, porque sé que tú me enseñaste a hacerlo; te echo de menos cuando abandono, porque sé que tú estarías apoyándome para que volviera a levantarme. Te echo de menos cuando beso, cuando sueño, cuando suspiro, cuando desfallezco, cuando tengo frío, cuando me acurruco en el sofá, cuando pido un abrazo a gritos pero no consigo hablar, cuando llueve, cuando cruzo la calle por cualquier lado, cuando sonrío a los bebés sin conocerlos, cuando me río a carcajadas, cuando despierto, cuando conduzco y escucho tu canción en mi cd favorito, cuando corro a coger el autobús, cuando entro en clase, cuando almuerzo fuera, cuando entro en El Corte Inglés, cuando salgo de casa y no hace sol...

Y esto, a pesar de quererte sólo un poco, ¿recuerdas?