26 February, 2008

Feliz






Lo había imaginado cientos de veces... Había imaginado cómo me sumergiría en tus pensamientos, cómo te adentrarías en mí. Había imaginado una y otra vez cómo se sentiría mi piel cuando tus manos anhelasen su textura; cuando las mías recorriesen tu cuerpo ardiente. Había imaginado cómo me vería ante ti, cómo sería la ilusión mezclada con la inquietud, la inquietud con el deseo, el deseo con el placer... Había imaginado cómo besarte, cómo era besarte, cómo... Y ahora, cuando sé cómo es besarte, cómo me siento al hacerlo, cómo me haces sentir al besarme, apenas puedo creerlo. Y ahora sé qué se siente cuando la piel se cubre de placer; sé qué se siente cuando mis labios acarician los tuyos y tiemblo porque no es un sueño; cuando mi cuerpo se llena de ti, cuando me lleno de tu calor, cuando tu aliento me atraviesa, cuando me sonrojas, cuando te burlas, cuando me acaricias el pecho desnudo y la piel erizada. Sé qué se siente cuando el amor fluye entre la sangre acelerada de mis venas, cuando la pasión me envuelve, cuando tu pasión me llena.

Siento que he cerrado los ojos en el primer beso y no los he vuelto a abrir hasta el último; siento mi cuerpo, junto al tuyo, tendido, cubierto de una extraña felicidad que ahora me llena la sonrisa, lleva aire a mis pulmones, sangre a mis venas, vitalidad hasta los más hondo de mis entrañas... Y alimenta cada uno de los momentos vividos contigo.
Aún puedo sentir a qué saben tus caricias y a qué huele mi pelo después de acariciarlo; aún siento tus manos galopando sobre mi pecho desnudo, tu cuerpo asido a mi cintura, tu respiración anclada a los latidos desarbolados de mi corazón. Aún puedo pensar en ti y sonrojarme, como cuando el primer beso en la escalera, y sonreír como si sintiera esa vergüenza tonta que tanto te hace reír. Y puedo reír pensando en ti, y puedo soñar, y puedo imaginar... Sobre todo, puedo, sin necesidad de cerrar los ojos, verme reflejada en ti y sentirme feliz.
"Lo que quiero decirte, amor, es que he sido tan feliz contigo".
Alejandro Sanz.

23 February, 2008

Antonio y...

Esto huele a tongo...

Lo primero que a uno le enseñan cuando va a una Facultad de Comunicación es a contrastar la información. Lo primero que te enseñan cuando vas a hacer las prácticas es que la información tiene muchas caras. Y lo primero que te enseña la vida es que todo el mundo es inocente hasta que no se demuestre lo contrario. Pues con tres argumentos como estos tan variopintos, dispares y diversos, yo me mojo: "Se llama Copla" fue un tongo. Y me explico y doy argumentos, para que nadie me acuse de favoritismo.

1. El programa ha durado casi cuatro meses (comenzó en noviembre), en los cuales Antonio Cortés ha sido el favorito del público en aproximadamente un 70% de ellos. Y llega el duelo final, en el que los votos sólo se reparten entre dos concursantes, siendo uno de ellos el que menos voto ha recibido esa noche... ¿y? Primer punto para pensar.

2. Y tras la teoría, la práctica. He mandado como mínimo 11 sms (digo como mínimo porque son los que se han quedado registrados en mi Motorola V3 Music) y he recibido 10 respuestas: "Se llama Copla no contabiliza los sms enviados fuera del horario de programa. Gracias". Y los he enviado mientras Antonio cantaba. Si querían pruebas, ahí la tienen.

3. El punto dos se refiere a los sms. En cuanto a las llamadas, habré hecho como 20, de las cuales 17 han salido como red ocupada -comprensible, todo el mundo llamaba a la vez- pero en 3 ocasiones nadie ha descolgado el teléfono. Y luego dicen que hay paro. Tercer punto para pensar.

4. Lo cortés no quita lo valiente. Joanna ha cantado genial, tiene una gran voz y es una gran artista. Pero... lo cortés no quita lo valiente para lo bueno y para lo malo, ¿da qué pensar? Pues sí. Y mucho.

5. Por último, no quiero pensar que esto tenga nada que ver con localismos ni estupideces varias -el tema me enardece profundamente-. Da igual que sea de Sevilla o de Marte (como dice Antonio), pero, ¿casualidad? Puede que sí o puede que no. Que cada cual piense lo que quiera.

19 February, 2008

Te miro, sonrío y...

¡Ay! Mi piel, que no haría yo por ti,
por tenerte un segundo, alejados del mundo,
cerquita de mí.
Hay amores. Shakira.
Creo que son nueve los textos que he empezado a escribirte desde hace unos dos días. Sólo. Y cuando te escribo tres líneas las veo vacías y empiezo de nuevo. Y te imagino, sonrío y... Y aún no sé por qué esta angustia. Esta semana ha sido tan dura... Hace demasiado tiempo, y eso se nota en este corazón helado, en este alma que camina a medio gas, que se detiene en cada gesto y en cada abrazo, en cada risa y en cada mirada, y no logra seguir adelante sin arrancarme una lágrima, sin maltratarme como el peor de los agresores. Mi angelito y mi diablito han dejado de discutir, incluso el segundo ha enterrado su tridente. No quiere verme así... Hasta él está dando muestras de humanidad y consuelo... Pero aún así soy incapaz de encontrarte, aún así, hoy por hoy, te echo tanto de menos... Y sí, es cierto, probablemente estaré haciendo un drama de lo que no es, probablemente. Pero, aún así, hay un valor extraño que me secuestra la voz cuando escucho la tuya y no me deja llorar ante ti, ni decirte que estoy triste...

-Cielo, sabes que es inútil que lo ocultes...
Lo sé, pero...
Y de un tiempo a esta parte... Me vuelve a costar un mundo sonreír. Sólo lo hago cuando veo esas siglas... Y te imagino, y sonrío, y...

09 February, 2008

Imaginándome junto a ti

"Quiero volar, lejos de aquí escapar.
Dime, mi bien, quién me llorará
si me dan alas y echo a volar.
Quiero dormir, no quiero despertar,
quiero ser la lluvia al otro lado del cristal,
quizás alguien me espere
en la oscuridad".
Ismael Serrano. Caperucita.


Imaginar cómo se verá mi cuerpo junto al tuyo. Llegar a acariciar lo que sentirá mi corazón cuando lo roces en el primer beso. Sentir, por un instante, el calor de mi piel si la tuya la acaricia.
Imagino y tiemblo. Te miro y sonrío. Despierto, abro los ojos y estás conmigo. Es un sueño, y no estoy dormida.

Quisiera saber cómo voy a sentirme cuando tus labios galopen por mi pecho desnudo; cuando tus besos resbalen por mis caderas; cuando tus caricias derritan mi timidez y me encierren en tus brazos. Quisiera saber qué decir cuando el placer fluya por mis venas; cuando tú, junto a mí, descanses desnudo sobre mi pecho. Saber qué hacer con mis manos para abrazarte más fuerte.
Y te imagino, y te miro, y tiemblo. Y sonrío, y te veo.

Quisiera sentir de nuevo el corazón respirar sin aliento mientras me miras. Quisiera cerrar los ojos y verte sonreír. Quisiera... Quisiera saber cómo lograr que cada sentimiento aparezca cuando no estés conmigo; quisiera guardar tus caricias en el recuerdo y sentirlas mías cuando me entristezca tu ausencia. Y besar tus besos, y recorrer tu cuerpo como tus manos recorrían el mío. Y sellar mis ojos con el balanceo de tus dedos en mi espalda. Y buscarte en lo oscuro de la noche y encontrarte en el deseo que me invade cuando imagino tu cuerpo junto al mío, mi alma desnuda junto a ti, mis labios recorriendo los tuyos sin ningún horizonte que alcanzar.

03 February, 2008

Nuestro

En realidad, mi intención era hablar de fútbol, pero... no me apetece. Vengo escuchando a Ismael Serrano en el coche mientras me cae agua en cantidades industriales; y a mí, a mí la lluvia me pone triste. Y eso que ya todo vuelve a la normalidad, que ya vuelvo a hablar contigo, que ya he estrenado mis zapatos rosa fucsia... Pese a todo, vengo discutiendo con el diablito sobre la próxima vez. El angelito le venía recriminando tanto cachondeo sobre tu beso y él seguía descojonándose. Están todo el día igual. Y yo recuerdo una y otra vez cómo te vi acercarte a mí, cómo recorriste la distancia que nos separaba y cómo sentir el calor de tus labios tan cerca de mí que sentí cómo me recorría el cuerpo un intenso calor que casi me hace caer. Fue un beso, sólo un beso, pero fue el beso más dulce del mundo. Fue mi beso. Tu beso. Nuestro beso. Sí, fue nuestro. Y normalmente sonrío cuando lo recuerdo, normalmente hasta me río al verme con esa cara de tonta, pero hoy... Hoy se me saltaron las lágrimas porque hubo un momento en qué quise saber a qué sabías y no lo he encontrado al instante. Debía ser el frío, o la lluvia, o la carretera... De todas formas, al instante he sentido cómo el angelito me acariciaba el rostro y me decía... "Recuerda, si lo deseas mucho, se hace realidad cielo". Y he vuelto a sonreír, y he vuelto a saberte mío, a sentirte mío, a tenerte conmigo. Y he vuelto a sentirme yo, tan guapa como cuando me miras, tan especial como cuando, aquella vez, allí, me besaste.