30 June, 2011

En un solo segundo

 "Sin ti, se han ido tantas cosas en mi vida,
no es nada como lo conocía
cambió la vida entera de color..."
Malú. Ni un segundo.

Anoche volví a sonreír pensando en ti. Hacía horas eternas que no me hacías sonreír como antaño, como esas veces en que me vi reflejada en tus ojos y me sentí grande, me sentí especial, me sentí guapa. Tan guapa como cuando tú me mirabas, o acaso pensaste que mentía cuando me sonrojaba al sentir el peso de tu mirada sobre mis ojos, tímidos como pocas veces en la vida, temerosos de despertar del sueño que estábamos viviendo... 
Anoche volví a sentirme viva pensando en tus caricias, en el calor de tu piel en la noche eterna de febrero, en el calor de una noche al abrigo de sábanas blancas y abrazos nocturnos, besos a oscuras, caricias a la luz de la luz de la luna. Sin velas, sin flores, solos tú y yo, y el mundo por su lado, lejos de nosotros, dando vueltas sin sentido y sin nosotros.
Anoche volví a temblar porque volví a sentir el calor de tu cuerpo sobre el mío, tu piel junto a la mía, amándome como se ama por primera vez, amándome como sólo tú podías amarme.Pensé que, después de aquel beso a pie de pista, nada podría volver a hacerme tan feliz, sí, tan feliz... Sin embargo, allí estábamos. Unidos, atados, buscando con ahínco el sabor de besos escondidos, buscando con pasión el calor de unos brazos llenos de deseo, buscándonos a tiendas, sin más luz que la de mis ojos, siguiendo el camino que tus manos dejaban en mi cuerpo.
Anoche volví a sentirme tuya. Tan tuya, tan, tan tuya, como aquella vez, como aquella primera vez que te vi. Allí, asustada, temblando, ansiosa, con ganas de salir corriendo, pensando cada dos segundos ¿qué hago aquí? Porque fue allí, en aquel mismo instante, en un solo momento, en un segundo, cuando empecé a ser tuya y donde supe que nunca dejaría de serlo.