21 November, 2005

El día después...
No sé muy bien cómo empezar a escribir, aunque quizá debería decir "a escribirte". Si ese yo interior que todos tenemos dentro pudieses sentarse a mi lado a tomar café en esta mañana tan fría, me diría el clásico y doloros: ya te lo advertí. Y es cierto, me lo advirtió y además me lo llevaba advirtiendo desde que decidí abandonarme al calor de tus besos esconidos. Al calor de unos abrazos que me llenaban la vida de alegría, efímera y casi fugaz, pero alegría. Alegría como hace mucho tiempo no me había regalado nadie.
En fin, supongo que cuando alguien te dice ya que lo advertí es porque tiene la certeza de que pasará. Al igual que mi yo interior. Pasaría y los dos los sabíamos, tanto yo y mi yo interior, tanto yo y tú.
Me hice una promesa a mí misma la primera vez que me besaste: pasase lo que pasase, nunca lloraría por ti. Y no es porque no quiera, porque ahora mismo la verdad es que estoy sacando las fuerzas para no hacerlo de un lugar del alma que ni siquiera sé donde está, es porque el día a día no me lo permite. Y yo a mí misma tampoco. Salvo que anoche las lágrimas me abordaron en aquel banco donde todas las noches me he setnado a recordarte. Todas desde aquella primera vez que me besaste.
Ahora soy yo quien se va a abandonar a la rutina. Iré a trabajar, veré un poco la tele, iré a trabajar de nuevo y volveré a casa. A la misma casa que un día te vio entrar con una sonrisa inolvidable en los labios. Y me tumbaré sobre una cama llena de lágrimas a recordarte, porque ahora, es lo único que me queda. Al menos, de momento.

18 November, 2005

Por miedo o vergüenza...

"Anoche, cuando te fuiste, me sentí realmente sola. Sentada en el banco en el que todas las noches me siento a pensar en ti, pese al frío que nos está invadiendo, me puse a pensar en nosotros, si es que realmente existe un nosotros. Más de la mitad del día pienso que no, o mejor dicho, me hago a la idea de que ese "nosotros" es sólo un tú y yo. Pero hay veces, momentos, en los que una mirada tuya es capaz de sacarme de ese túnel oscuro y tenebroso en el que me encuentro inmersa muchas de las horas que estoy despierta. Sólo una mirada, un gesto y me derrumbo ante algo que no sabría muy bien definir, pero que me causa un miedo demasiado grande como para arrinconarlo en culquier lugar del alma y pensar que no existe. Es de nuevo ese miedo que muchos, incluido tú, consideran tonto y absurdo pero que me amenaza cada vez que te vas. Y el miedo deja paso a la soledad. A esa soledad que me invadió anoche cuando te fuiste y que no sé cómo explicarte cuando, antes de marcharte, me preguntaste por qué mis ojos se habían llenado de lágrimas".

03 November, 2005

Uno, dos... o cuántos...
(En realidad este relato se inició anoche, pero estaba metida en la cama, abrazada a un enorme edredón y no me apetecía salir de aquel abrazo de calor que me estaba brindado las suaves sábanas azules entre las que duermo)
Un episodio de Sexo en Nueva York me ha hecho pensar. Como si no tuviera suficientes debates en la cabeza, me invadió una necesidad imperiosa de preguntarme lo mismo que su protagonista. Cuántos verdaderos amores hay en la vida, cuándo estamos enamorados de verdad... Más allá de tópicos típicos, de esas frases tontas de.. mariposas en el estómago y complejo de flan -esa frase la acuñé yo porque cada vez que veía a cierta persona me temblaban las piernas como si fuese eso, un flan- nuestro verdadero amor, o al menos el mío, llegó un día cualquiera, a una hora cualquiera y de la forma más cotidiana que puede suceder. No hubo paseo por el parque, ni hubo una beso bajo las estrellas ni nada... Desde que le conocí ha sido un quiero y no puedo... y no se por que me pongo tan triste con todo esto.. mañana seguiré..

02 November, 2005

Tantas ideas... y sin nada en claro!!!

No me gusta pelearme contigo. Pero es que ya no puedo más. Demasiado tiempo, demasiado conformismo que me ha sumido en una apatía que me impide escribirte, hablar contigo... incluso pensar en ti. Yo pensé que el tiempo no haría mella en nosotros. Eso pensé, pero veo que no.
----------------------------------------------------------------------------------------------
----------------------------------------------------------------------------------------------
Tengo un millón de ideas en la cabeza sobre lo que escribir. Y sí, sigo entre debates. Y ya me están mosqueando con tanto debatir y debatir. Qué pasará si pasa esto, o puedo reaccionar así si fulanito o menganito me dice esto o lo otro. Estoy cansada, estoy cansada de escribir de buenas formas, cansada de callarme cada enfado, cansada de evadir tus ojos, cansada de todo.
En realidad, estoy muy muy mosqueada. Con quien o por que?? pos no tengo ni idea. Pero lo cierto es que tengo un mal cuerpo increíble. De una parte tengo muchas ganas de llorar, de otro, tengo ganas de gritar. De un lado, te cogería a solas y te diría esto que me lleva carcomiendo un par de días. Un par de días que parece poco, pero 48 horas dan para pensar y mucho. Y creo que demasiado. A veces quisiera meterme en una burbuja.
___________________________________________________________________
___________________________________________________________________
No sé exactamente qué me pasa, de veras que no lo sé. Voy a tener que empezar a cambiar todo esto. Ahora mismo, tengo ganas de estar sola, de llorar y de que alguien me abrace... pero sabes que? tampoco queiro estar sola, en el fondo, me da miedo estar sola. Quiero estar contigo... tumbada en el sofá o viendo la tele. Abrazada a ti o recostada sobre tu pecho. No tengo ganas de nada salvo de sentarme en un sillón y pensar en ti. Y de llorar. Me ahonda en el alma una tristeza que me está destrozando y que no sé porqué está ahí. Pero está, y duele, mucho. Me sigue presionando el pecho una angustia que me está destrozando, que me impide hablaar contigo. Me impide ser yo. El problema es que que no se cual es el problema o la causa de esta tristeza. Siento como la gente puede atravesarme, como soy inmune al cariño de los que me rodean. No encuentro ningún motivo de alegría. Me arrepiento de todo lo que hago, me arrepiento incluso de lo que no hago. Esto va muy mal. Muy pero que muy mal. A veces siento ganas de mandarte a paseo, a veces siento que sólo contigo puedo dejar de llorar. Esta angustia me está matando. Mi vida se está derrumbando sabes? no queda casi nada en pie, ni siquiera aquello que creí que no se caeria nunca. Simplemente, tengo muchas ganas de escribir, y de hablar con alguien. Pero como soy incapaz de explicar qué me pasa, me siento delante de esta pantalla de ordenador y escribo, tal vez sin mucho sentido.

Estoy mucho mejor. Me siento mucho más alegre que cuando empecé el día... y bueno, en cierto modo se por qué y a quién se debe. De nuevo, y aunque no te guste, GRACIAS.

Esa angustia que no me deja respirar

No se exactamente porqué estoy así. Sentada frente a la pantalla del ordenador, una angustia me presiona el pecho, me tiemblan las piernas... no sé.. creo que si me levanto ahora mismo me caería al suelo. No puedo respirar, es como si me estuviera aprisionando algo muy fuerte el pecho, tengo un nudo en la garganta, la habitación se está haciendo cada vez más pequeña sin saber exactamente por qué. Creo que es porque, después de "la otra noche" voy a verte. No me gusta estar así porque apenas puedo recordar en qué lugar están las teclas del teclado. No puedo, no puedo ahora mismo saber siquiera cómo voy a reaccionar cuando te vea. Me resigno a pensar que esto es porque voya verte. Me resigno y me voy a enfadar con este maldito corazón que salta de alegría ante tu presencia. Por breve que sea. Voy a tranquilizarme un poco. Al menos, voy a intentarlo. A ver cómo sucede... a ver.