11 January, 2006

A ti... no por ser tú, sino por cómo soy estando tú...

Y es cierto, las cosas han cambiado, y mucho, entre nosotros. Probablemente, tenían razón aquellos que me decían que llegaría un día en el que el amor que sentía por ti se terminaría. Pero no, me niego a pensar que eso pueda ser así. La verdad.
Nadie puede decirme que no te quiero, eso es seguro. Te lo diré a ti y a quien haga falta. Pero no sé exactamente qué le está pasando a nuestra relación, a nuestra amistad. Todo lo que hago te molesta y todo lo que haces me molesta. A veces, siento una necesidad infinita de abrazarte... pero es sólo a veces, y eso es lo más llamativo, y a la vez, lo más desconcertante. Antes no era a veces, antes era siempre. Antes daba todo lo que tenía por pasar un rato contigo porque me hacías reír, me hacías sentir bien, me hacías sentir alguien especial por poco tiempo que estuviera a tu lado. Ahora, sigue siendo así, pero, pero no lo siento así... y ya no me cuesta un mundo decirte que te quiero, porque quizá el valor de la palabra ha decaído, y mucho. Las peleas, las terceras personas y como no, el tiempo, han hecho mella en unos sentimientos que un día creí imborrables.
Te considero mi amigo, mi gran amigo, mi mejor amigo, pero ahora no me afecta tanto como antes que se te olvide llamarme, que no me devuelvas los tokes, que no me respondas a los sms. Ahora nada es como antes y tú, uno de los pilares que ha sustentado mi vida desde que te conocí, te estás derrumbando en mi alma y no puedo hacer nada por evitarlo.
Me duele mucho que nos peleemos y nos enfademos por tonterías, pero el desánimo y tal vez la rutina de no verte se han apoderado de mí y no sé cómo encajar estos golpes que me está dando el olvido.
Sólo quiero decirte que te quedes con lo que tuvimos, y por supuesto, con lo que creo que aún tenemos. Pero hoy, hoy no me siento demasiado culpable y ni siquiera tengo muchas ganas de llorar. Me duele no poder hablar contigo y saber qué te pudo hacer daño, pero... pero no sé muy bien cómo arreglarlo y no sé siquiera si tú quieres que lo arregle. Supongo que le seguiré dando vueltas, claro, pero ahora, ahora te toca demostrarme que verdaderamente sigues siendo aquel hombre del que un día me enamoré y aquel al que durante más de cuatro años, he querido con toda mi alma: como sueño, como amante y como amigo. Por ese orden.

No comments: