11 September, 2005

"Y es que no me gusta estar así, pero no puedo evitarlo. Hoy es uno de esos días en los que estaría sentada delante de la ventana dejando pasar las horas al mismo ritmo con el que se desbordan las lágrimas por mis mejillas. Siento unas enormes ganas de decirte que te quiero, de que, cada vez que hablo contigo, decirte que echo de menos abrazarte y que me abraces, de que, cada vez que me siento a mirar tu foto, una triste foto en blanco y negro en la que apenas se puede distinguir quien me acompaña, me aborda un miedo infinito a que un día ya no estés y no me quede nada tuyo en el alma, en este alma que me pide con ahínco estar a tu lado cada segundo que consumo de una vida ciertamente vacía cada vez que te vas.
Me siento sola, muy sola. No hay nadie que consiga llenar el vacío que hay tuyo en mi corazón, ni siquiera, hay quien quiera intentarlo. Sólo tengo ganas de llorar, y no, no me gusta estar así. No me gusta correr a cada instante a un sitio recóndito de cualquier lugar y derramar unas lágrimas que aparecen con demasiada facilidad, pero sólo, cuando nadie me ve.
Ya no sé si es tristeza lo que me abruma, ya no sé si es tristeza o soledad. A diario abro los ojos con la única ilusión de encontrar algo por lo que luchar, porque ahora mismo, no encuentro nada por lo que seguir en pie. Aunque siempre, puedo echar la vista atrás, y encontrarte en esa gran caja de recuerdos en la que te tengo escondido. Y siempre puedo abrir esa caja, con todo lo que eso implica".

1 comment:

Anonymous said...

Lo que escribes es muy triste, a veces el dolor puede dominar nuestro cuerpo y corazon, y entonces será cuadno nuestros ojos no vuelvan a ver el amanecer, ni nuestros oidos el cantar de las sonrisas porque nuestra mente solo proporciona oscuridad por culpa de ese dolor que nos conquisto.

Te recomiendo que dejes pasar esa etapa de tu vida, vive el día, vive el momento, porque juventud solo hay una en la vida, y debes disfrutarla.

CARPE DIEM