19 June, 2008

Tener que elegir

Contigo, quiero estar contigo...
Y conseguir que todo el tiempo sea estar junto a ti...
ECDL. Contigo.

Y entonces apareciste tú, en medio de un abismo de contradicciones y dicotomías sobre lo que quería y lo que tenía, sobre lo que deseaba y lo que me convenía. Tú, que llegaste como el otoño, en medio del último calor veraniego, después de tormentas de agosto, duras y refrescantes. Estaba inmersa en un ciclón de dudas, llena de la ansiedad que provoca saberte abandonada aún estando abrazada, cubierta de un sabor amargo que muchos días me robaba la elocuencia y hasta la sonrisa más verdadera. Era territorio hostil -y creo que aún lo soy-. Persona non grata. Desconfiada, hasta cierto punto. Aislada, por momentos.

Y poco a poco, voy dejando que tus besos llenen mi cuerpo, que mi piel se acostumbre a tus caricias. Mis labios anhelan tu aliento como el verano la brisa marina; mis brazos el calor de los tuyos como si hubiese sido siempre mío; mi cuerpo respira tu ausencia y se hunde, te busca y te anhela hasta el punto de conformarse con imaginar tus dedos recorriendo cada forma, cada curva, cada poro; se conforma al recordar como si bastase con ello.

Pese a que el miedo, a veces, me roba el pensamiento cuando te miro y me tiembla el pulso, pese a que ese mismo miedo me recuerda que todo puede ser efímero y fugaz, pese a todo, tú sigues. Y estás. Y te siento. Sonrío cuando me imagino a tu lado día tras día. Sonrío cuando me abrazas, y cierro los ojos y respiro tranquila, como si nada, nada del pasado más presente, pudiese perturbar la alegría que me invade cuando tus brazos me albergan.

El pasado más presente. Miro hacia atrás y... Y tengo miedo. Miedo a cambiar, miedo a perderte. Miedo a situarme en un punto del camino que no me permita regresar. Y pese a ello, me vuelvo y avanzo. Contigo. Contigo porque el calor de tu mano sujetando la mía me concede valor. Ese valor que mi antiguo tú me enseñó a tener. Tengo miedo a defraudar a quien tanto me enseñó y me quiso, a quien tanto confió en mí. O quizás, quizás tengo miedo a tener que elegir.

2 comments:

Anonymous said...

Querida Rocio, precioso. Un besazo.

Anonymous said...

Ya he o�do que vuelves a estar enamorada. En parte, me alegro.
Espero que salga bien.
Un beso.
Jose