12 December, 2005

ESTO DE LAS CULPAS ...

"Ayer alguien me preguntó por ti. Le dije que ya no estábamos juntos, que, bueno, que no iba bien y que decidimos dejarlo. Le dije que tú no eras quién yo pensaba y probablemente yo no era tampoco quién tú imaginaste cuando me besaste la primera vez y te apresuraste a decir que era la mujer más dulce del mundo. Pero lo cierto es que me sorprendió mucho su comentario: Te buscas unos ejemplares... que ni Félix Rodríguez de la Fuente. Bromas aparte, no es el primer comentario que me hacen de este tipo. No obstante, me apresuré a decir el típico "Qué quiere que haga!!" eludiendo una parte de la responsabilidad de esta ruptura. Supongo que era demasiado difícil comprenderme, y no, no te estoy vacilando. Es la verdad. Y más ahora. Pero al menos, al menos debiste fingir que me comprendías o al menos, debiste intentarlo. No te tomes esto como un reproche, POR FAVOR; tómatelo como un consejo. Sé que cuando una pareja se rompe, son los dos quienes tiene algo de culpa -salvo raras situaciones-. Ayer, tras ese comentario, me puse a pensar qué parte de culpa es la mía. Supongo que, al principio, me negaba a tomarme esta relación en serio echándole la culpa al tan recurrido tiempo.. aún es pronto, sólo llevamos... Pero no son más que excusas. Me daba miedo pensar que las cosas pueden cambiar. Y ambos sabemos a qué me refiero. Pero hubo un momento, hubo un segundo en el que te vi mirarme como nadie lo había hecho en mucho tiempo, y supe que merecía la pena quitarme esta coraza y abrirte un poco la puerta de mi corazón roto. Es cierto, tengo el corazón roto y el alma vacía. Me ahonda una tristeza tan dura como dolorosa. Y sé que es difícil de entender porque paso la mitad del tiempo sonriendo y la otra buscando cómo disimular la tristeza aunque no tenga ganas de sonreír. Pero ha habido y hay días en los que no quiero buscar una excusa, sólo quiero llorar. Y sólo quiero, o quería, que fueses tú quién recogiese esas lágrimas y las lanzase al viento para que no volviesen nunca más. Tal vez te pedí demasiado, o tal vez no te lo pedí. Supuse que sabrías cuándo besarme o cuándo abrazarme. Hasta aquí, es cierto, tengo la culpa de querer que fueses mi amigo antes de mi... supongo que he de escribir novio. Tengo la culpa de querer estar contigo en esas noches en las que sólo podía llorar. Sin porqués, sin razones, sin preguntas... Y sé que esto es muy difícil de explicar. Es cierto, tengo yo esa culpa. Pero ahora, ahora ambos sabemos que la culpa de que ya ni siquiera quiera o pueda mirarte a los ojos es tuya. Ésta no es la forma y lo sabes. Si te hice daño, lo siento. Lo siento muchísimo porque no te lo mereces. Pero por favor, no me hagas más daño aún del que un día me hizo tu silencio cuando te pedí a gritos un te quiero que nunca llegó. Era la primera que desde el día que te conocí te pedía algo así, y tu silencio, y sobre todo, tu absoluto "pasotismo" me hizo un daño que, a día de hoy, es casi tan irreparable como mi fracutra de escafoides. Espero que al menos, te sirva para la próxima relación. Un beso... al menos, eso sí".

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