Por eso te digo bajito
que doy lo que
sea por un minuto contigo,
por eso
te canto al oído
mi secreto cautivo
sin miedo a decirlo: yo te quiero
Y parece que fue ayer cuando me enseñaste aquellas canciones, cuando me enseñaste a contar las estrellas.
Y parece que fue ayer pero ya hace mucho tiempo.
No sé cómo abordar esta sensación. No sé cómo seguir adelante. Y no es que no lo intente, no es que no me repita una y otra vez que la vida sigue, que el mundo no se para a esperarme, pero, ¿y si yo no quiero subirme otra vez?
Tu recuerdo aún me impulsa a levantarme cada mañana, y a aguantar las lágrimas durante todo el día pero... Pero sólo quiero quedarme en la cama todo el día y soñar. Soñar con que aún estarás esperándome en el porche en tu hamaca, y no en la de mamá.