24 March, 2012

Deseando abrazarte

Hoy pienso demasiado en ti.
Tengo ganas de abrazarte. O más bien, de que me abraces.
Quiero volver a sentir el calor de tus labios en los míos, tus brazos fuertes alrededor de mi débil corazón, tu boca asida a cada uno de mis senos, tus labios cosidos a los míos como antaño, como cuando aún conservaba la inocencia de la juventud, de la mujer enamorada que aún sigue siendo una niña deseando guardar cada rincón de la piel que estabas besando.

Quiero sentir el peso de tu cuerpo sobre mis hombros, quiero hacer el amor una y otra vez, abrirme ante ti, sentirme dentro de ti, quererte, amarte, como nuestra primera vez. Quiero dejar esta tristeza tonta, esta amalgama de lágrimas que se han apostado frente a tus recuerdos y que están dispuestas a abordarlos sin la menor tregua, sin el menor atisbo de bandera blanca.

El pasado me ha acechado hoy como el más duro de los presentes. Como si sólo existiese el ayer.
He vuelto a sentir el corazón desenfrenado, las mariposas revoloteando alrededor del estómago, el deseo correr por mis venas, y he vuelto a sentirte mío aún cuando no habías aparecido.

Y, oculto tras la puerta de la razón, tras la sombra de la esperanza, el miedo.
El miedo a que...

18 March, 2012

Adoro esa forma tuya...

Adoro esa forma tuya tan intensa de hacerme el amor. Tu cuerpo junto al mío y mi imaginación volando alto y alto, buscando nuevas caricias, nuevos escondites donde besarte, nuevos lugares que morder...

Adoro esa forma tuya tan sincera de hacerme el amor. Me gusta cómo me besas, con ahínco, con deseo, con pasión, dejándote llevar a cada instante, llevándome hacia ti, con prisas, como quien no quiere parar de hacerlo ni un solo momento.

Adoro esa forma tuya tan bonita de hacerme el amor. Me gusta cómo comienzas a acariciarme el cuello, cómo recorres mi pecho con el aliento más abrumador que existe, cómo pasas tus huellas por mis brazos, por mis dedos, por mis labios. Y tus abrazos acercándome más a ti, rozando cada poro de mi piel, mi piel rozando cada poro de la tuya, enlazando el deseo de seguir entre tus besos y el miedo a despertar de este sueño infinito.
Y tus manos acorrolando las mías, mientras tu boca sedienta muerde mis pechos, uno a uno, con tesón, como el explorador que quiere encontrar a toda costa su tesoro, como el viajero que anhela llegar a la última estación para volver al hogar. Recorres mi cuerpo con deseo, me acercas más a ti, más y más a ti, hasta sitios nuevos, hasta llegar al placer más infinito.

Adoro esa forma preciosa de besarme después de hacer el amor.

04 March, 2012

Esas ganas locas...

Mis recuerdos se marchan.
No me queda apenas nada de ti. Ya se fueron los primeros besos, ya se fueron los primeros abrazos, aunque, aún, no sé por cuanto tiempo, saboreo en la comisura de los labios aquel primer beso. Parece mentira. Todo se ha ido desvaneciendo, todo se ha ido fundiendo a negro, se ha ido evaporando... Todo, menos el deseo. El ávido deseo de besarte, de abrazarte; las profundas ganas de hacer el amor hasta cansarnos, hasta tener que dormir en tus brazos, hasta llorar de alegría ante otro abrazo que llega.
Hacer el amor hasta cansarnos... ¿te acuerdas?
Pensé que ya lo habrías olvidado.
Yo reía sin parar y tú me mirabas medio enfadado, medio en serio, con esa sonrisa intentando salir corriendo de tu boca, intentando adueñarse de mis labios, queriendo aferrarse a mí mientras tú luchabas permanentemente por mantenerte alejado de mi cuerpo, desnudo ante ti, sin nada que esconderte ya salvo esa vergüenza tonta que tú tanto odiabas.
Pensé que ya lo habrías olvidado.
Pero la sonrisa que me invadió al oír tu voz a kilómetros de distancia me dice algo: me dice que aún me quieres, que aún no lo has olvidado, que sigues manteniendo, como yo, ese deseo intacto de estar haciéndome el amor todo el tiempo, como locos, sin tiempo, sin la presión del reloj haciendo tic-tac en nuestros corazones, sin nada más que tu aliento y el mío, sin nada más que tú y yo, sin pasado, sin futuro. Solos el presente, tú y yo. ¿Te acuerdas?