29 March, 2008

Atrapada en ti

"..y no puedo evitar echarte de menos mientras das la mano a mi tiempo y te vas. hoy siento que quiero verte y verte y pienso que recordaras las tardes de invierno por madrid..."
La Oreja de Van Gogh. Puedes contar conmigo

Te echo de menos. Y no es sutil, ni delicado ni bonito. Lo sé. Pero te echo de menos. Siento tu ausencia clavarse en mi pecho cada vez que lleno mis pulmones de aire, y te echo de menos.
Suspiro, sonrío, me quedo en el aire suspendida en un recuerdo, inmersa de lleno en un beso y te echo de menos.
Un mar de soledad me inunda cuando cierro los ojos, me cubro de miedo, siento pánico por el dolor que me provoca sentirte lejos, más lejos aún, y... sólo, simple y dolorosamente, te echo de menos.
Tu sonrisa se está difuminando hasta tal punto de que ya no logro formarla completa; mi piel ya no huele como cuando la acariciabas; mis labios no susurran, gritan, te llaman, te anhelan, pero no apareces. Y se me hiela el aliento y se me destroza el alma, y se me anega el corazón de llanto, porque te echo de menos a cada paso, en cada respiración, a cada instante que intento sonreír como tú me enseñaste, en cada latido que mi corazón provoca, en cada suspiro que mis pulmones dejan escapar. Te echo de menos antes de dormir y al despertar.
Y sobre todo te echo de menos cuando me siento atrapada y no encuentro tu mano para salir.

18 March, 2008

Una sanción ejemplarizante, como siempre

Decir que estoy indignada es poco. Cuando abrí la página de As (porque como recordamos, ya no leo el Marca) y vi la resolución del Comité sentí dos tipos de sensaciones. Una, de alivio, al menos sólo fueron dos partidos de sanción. Dos, de cabreo absoluto, para qué andarnos con eufemismos. Y para colmo de males, resuelta que, según el presidente de Comité de Competición, Alfredo Flórez, el hecho de dar por concluido el partido a falta de veinte minutos por jugar es "excepcional". Es decir, que no es normal, que no se debería hacer y que no se va a volver a hacer con nadie. Es más, se supone que como Caparrós ya había hecho los tres cambios ya no podían poner porteros. Vale, pero es que según el reglamento pueden jugar los mismos 22 jugadores, se espera a que Armando se recupere y ya está. No, no, se le quitan esos 22 minutos que según el reglamento el Betis debe tener (porque claro, dice el reglamento que el partido tiene que durar 90 minutos). Eso, con el reglamento en la mano, que se supone que es lo que importa. Ah, pero no, lo olvidaba, es que es un hecho "excepcional".
Claro. Entonces, como dice el presidente del Betis, José León, ahora los fanáticos del fútbol tienen un filón. Le pago a un tío 4.000 euros para que se vaya al campo de un rival y tire una botella. Así, el árbitro suspende el partido, Competición se lo da por perdido y así tenemos ventaja. Esto está de p.m. Pero no, es que es un hecho excepcional. Manda... En fin. Somos los pobrecitos de España. Andalucía en general. Claro, como estamos más abajo de Despeñaperros, claro, aquí sí que aguantamos lo que nos echen, somos andaluces, no hay problema. Qué más da. Nos aguantamos. Pues no. Ya está bien de zarandearnos de esta forma. Deberíamos unirnos todos los clubes y plantar cara. Adulterar la competición. Darles donde más le duele.


En cualquier caso, es la misma cantaleta del post anterior y lo mismo de siempre. Y para colmo dicen en Bilbao, atención, no tiene desperdicio: "Nosotros hubiéramos deseado terminar el partido y disputar los noventa minutos el pasado sábado por lo que no podemos estar satisfechos con que se dé por finalizado por circunstancias como las que acontecieron en Sevilla, pero también creemos que lo ocurrido tenía que tener consecuencias y nos parecen ajustadas.

En resumen, que para quedar bien, preferían jugar los 90 minutos, pero claro, si se lo regalan, está bien hecho. O estás conmigo o estás contra ellos. No se puede estar en misa y repicando. Cada cual que tenga la opinión que quiera, pero.... Un par de apuntes para la reflexión.

1. ¿Se le hubiera dado por perdido el partido al Athletic de haber ocurrido en San Mamés?

2. ¿Se le hubiera sancionado? (ja-ja-ja)

3. ¿Cuándos partidos cumplió el Vicente Calderón por la botella de Ballantines?¿Y San Mamés por los objetos que le tiraron a Casillas?¿Y Valencia por el monedazo al linier? Ah, ninguno. Ah, nada, no pasó nada. Multita y a casa. A jugar el próximo partido.


No, así no merece la pena creer en esta liga. Qué vergüenza.

PDTA: Gracias a Del Nido, se ha portado usted como un señor.

PDTA2: interesantísima noticia en As. Bates de béisbol, cadenas y bengalas en un autocar osasunista. Pero, claro, hay que esperar que le den a alguien para que se le sancione, y que esté de Despeñaperros para abajo.

15 March, 2008

El botellazo a Armando y cómo estropear la profesión

Llevo desde que se suspendió el Betis-Athletic dándole vueltas a cómo empezar a escribir. Sería inútil escribir tópicos y típicas frases sobre que es un energúmeno, sobre que es un hecho que enturbia a una afición, sobre que se deben tomar medidas, pero... Pero casi pierdo el respeto que le tengo a mi ordenador cuando he entrado en la web de marca y he leido el siguiente título:
"El Ruiz de Lopera vuelve a liarla". Vergonzoso. Y no sólo el botellazo a Armando, que eso se da por supuesto. Señor Pablo Egea, que es quien firma el artículo, en la web de Marca. No es el Ruiz de Lopera quien la lía. Me parece manipulador, demagógico y ciertamente xenófobo titular así un artículo en un periodo nacional y, al tratarse de una edición digital, internacional. Es, sencillamente, repulsivo. Más allá, como digo, de que el hecho sea totalmente condenable -el Betis lo ha condenado por su web oficial a los minutos, el propio Edu o Joaquín Caparrós también-, me parece lamentable que se utilice de esa forma tan... tan... (no sé qué palabra poner ahí exactamente) un hecho, una información y sobre todo una profesión. La suya, que como la mía, es la de periodista.
Es repulsivo primero como periodista, después como bética y tercero como persona. Por suerte, leo los comentarios a la noticia y veo que casi nadie está de acuerdo.
Por partes.
1. Sancionar al Betis con el cierre del estadio no ayuda a nadie. Al infractor le da igual, exactamente igual, que las restantes 44.999 personas presentes en su asiento, viendo a su equipo, tengan que irse a otro sitio. Y precisamente esas personas, que se comportan y ven el fútbol como un deporte, como una afición como cualquier otra, son las que van a sufrir las consecuencias.
2. El Betis, ni ningún equipo de Primera tiene derecho de admisión. ¿Cómo sabemos quién va al fútbol a animar y quién a hacer daño? No todo es tan fácil.
3. Cárcel. Creo, y lo digo con toda la valentía que puedo tener, que este tipo de actos deben estar condenados con cárcel. Si se produce en medio de la calle, tendría su denuncia, porque Armando no es el portero del Athletic, es una persona, que está en su puesto de trabajo y que ha sufrido una agresión condenable.
4. Al césar lo que es del césar. El partido estaba en el minuto 68, no en el 90. El Betis tiene derecho a esos minutos.
5. No se puede jugar así con los sentimientos de las personas. Me refiero al artículo que aún me enardece. Y no quiero recordar nada en el Camp Nou, ni en La Romareda ni en el Sánchez-Pizjuán porque esto pasa en todos los campos, porque pasa en todas las ciudades. Porque el Ruiz de Lopera no ha vuelto a liarla, Sr. Egea. Desde luego, han perdido una de las mayores lectoras que tenían. Les dará igual, lo sé, tienen millones más, pero me parece vergonzoso.
Hay mil formas de haber enfrentado ese reportaje de una forma objetiva. "Cuarto episodio de violencia en el Ruiz de Lopera". Por ejemplo. Y no tiene el matiz que ustedes han querido darle. De todas formas, es la cantaleta de siempre. Madrid, la capital del reino, mira hacia abajo sólo cuando hay dos tipos de cosas: comedias o tragedias. Qué pena criticar tanto a Cataluña cuando, cada vez que se trata de mirar de Despeñaperros hacia abajo, se hace con saña y casi con alevosía. Qué pena. Y, sinceramente, hoy, qué asco.

05 March, 2008

Amanecer junto a ti

"Si amanece y ves que estoy despierta,
porque de tu amor aún no estoy llena,
ámame otra vez, ámame otra vez,
con las mismas fuerzas que la primera vez".
Si amanece y ves... Rocío Jurado.

Amanecer junto a ti me ha regalado la mejor de las sonrisas. Verte partir, desde la ventana, con una cama tan vacía como mi alma, me ha robado la sonrisa, me ha abandonado al frío de la mañana y me ha congelado la primera lágrima del día en la mejilla, mientras mis ojos te veían empequeñecerte en la distancia tanto como cuando me miraste a los ojos la primera vez y me sentí enana.
Amanecer junto a ti envuelta en tu olor, olor que mi piel aún conserva intacto, me ha devuelto la alegría, me ha hecho reír, me ha hecho mirarte, acunarme en tu mirada y besarte con tanto ahínco que temí despertarte.
Y me he vuelto a despertar por segunda vez, te he buscado entre las sábanas y en los rincones más escondidos de una cama vacía e insulsa y ya no estabas, y me he girado esperando encontrarte al otro lado pero sólo he visto esa maldita ventana, por la que te había visto alejarte hacía apenas unas horas y he vuelto a llorar. Y me he enfadado. No contigo, ni conmigo. Me he enfadado con el puto tiempo, y me he enfadado hasta el punto de golpear las paredes una y otra vez con mis labios gritando tu nombre, con mis ojos vidriosos, vacíos, llenos de lágrimas y de dolor porque no estabas, porque ya no estabas.
Cerrar los ojos junto a ti ha sido como cerrar los ojos y soñar, salvo que el sueño fue antes, cuando me estabas besando, cuando me acariciabas la espalda, cuando buscabas con pasión y deseo cada poro de una piel sedienta de ti, una piel que te anhelaba desde el momento que te vio la primera vez.
Amanecer junto a ti ha sido como respirar ese aire puro que sólo hay en la cima de las montañas, como tocar la primera ola del mar en primavera, como acariciar el azul del mar a millas de distancia, como encontrar… Como encontrarte aquella vez en la que, perdida, sin rumbo, vagaba por entre los días buscando una razón para seguir andando. Amanecer junto a ti ha sido, simplemente, el mayor de los regalos.